Al igual que la tos o la crecida de un río no hay nada ni nadie que pueda detener el deseo de cambio.
Este es nuestro último artículo del año y me hubiese gustado escribir acerca de la Navidad, nada mejor que una buena hallaca, el pesebre con un aguinaldo o gaita en familia. Pero la manera como el Gobierno ha decidido cerrar el año nos obliga hacer una reflexión que queremos compartir con todos ustedes acerca de qué ocurre y por qué ocurre. Para decirlo en castellano mestizo, este rollo comienza desde el 2007, cuando el país mayoritariamente dijo que no quería una Venezuela comunista, una Venezuela cubana y rechazó el proyecto de reforma constitucional, luego en el 2008 a pesar de las amenazas e intimidaciones acerca de lo que ocurriría en Venezuela si ganaban gobernadores y alcaldes de la alternativa democrática, el pueblo decidió en importantes regiones del país por gobernadores y alcaldes del cambio y que hoy gobiernan para todos. En el 2009 enfrentamos la enmienda constitucional que si bien la perdimos, confirmaba la tendencia de crecimiento de la alternativa democrática como fuerza de cambio y esperanza en Venezuela. La consecuencia no fue otra que la reforma de la Ley Electoral para lograr algo que aún no tiene explicación lógica y es que con menos diputados se pueda tener más votos, eso tal como lo dijimos lo demostramos en las recientes elecciones parlamentarias donde con una nueva mayoría en Venezuela y que quiere un país muy distinto al país del control, el atraso y la falta de oportunidades que el ya viejo (12 años) gobierno revolucionario ofrece. El Presidente está claro que ya no es mayoría, que en el 2012 no hay quien lo salve de una derrota popular por la vía electoral y por eso decide, valiéndose de una institucionalidad no legítima y de rodillas al poder, avanzar en el camino del control y división de la sociedad que se le opone para que bajo el viejo refrán de "divide y vencerás" lograr imponerse con su minoría en el 2012. Por tanto la lucha no es jurídica, ni legal. La lucha es política y el terreno para ganarlo no es otro que la calle, que el corazón del pueblo, que las comunidades en cualquier rincón de Venezuela que están llena de problemas y promesas incumplidas. Es ese el trabajo que toca, seguir consolidando y creciendo la mayoría a favor del cambio y la esperanza. Se trata de derrotar el miedo con esperanza, de sembrar por toda la Venezuela profunda y popular el deseo de cambio y esperanza en la nueva Venezuela, en una Venezuela para todos por igual y créanme que juntos todos lo vamos a lograr. Al igual que la tos o la crecida de un río no hay nada ni nadie que pueda detener el deseo de cambio de un pueblo organizado. Ahora sí, FELIZ NAVIDAD para todos.
Este es nuestro último artículo del año y me hubiese gustado escribir acerca de la Navidad, nada mejor que una buena hallaca, el pesebre con un aguinaldo o gaita en familia. Pero la manera como el Gobierno ha decidido cerrar el año nos obliga hacer una reflexión que queremos compartir con todos ustedes acerca de qué ocurre y por qué ocurre. Para decirlo en castellano mestizo, este rollo comienza desde el 2007, cuando el país mayoritariamente dijo que no quería una Venezuela comunista, una Venezuela cubana y rechazó el proyecto de reforma constitucional, luego en el 2008 a pesar de las amenazas e intimidaciones acerca de lo que ocurriría en Venezuela si ganaban gobernadores y alcaldes de la alternativa democrática, el pueblo decidió en importantes regiones del país por gobernadores y alcaldes del cambio y que hoy gobiernan para todos. En el 2009 enfrentamos la enmienda constitucional que si bien la perdimos, confirmaba la tendencia de crecimiento de la alternativa democrática como fuerza de cambio y esperanza en Venezuela. La consecuencia no fue otra que la reforma de la Ley Electoral para lograr algo que aún no tiene explicación lógica y es que con menos diputados se pueda tener más votos, eso tal como lo dijimos lo demostramos en las recientes elecciones parlamentarias donde con una nueva mayoría en Venezuela y que quiere un país muy distinto al país del control, el atraso y la falta de oportunidades que el ya viejo (12 años) gobierno revolucionario ofrece. El Presidente está claro que ya no es mayoría, que en el 2012 no hay quien lo salve de una derrota popular por la vía electoral y por eso decide, valiéndose de una institucionalidad no legítima y de rodillas al poder, avanzar en el camino del control y división de la sociedad que se le opone para que bajo el viejo refrán de "divide y vencerás" lograr imponerse con su minoría en el 2012. Por tanto la lucha no es jurídica, ni legal. La lucha es política y el terreno para ganarlo no es otro que la calle, que el corazón del pueblo, que las comunidades en cualquier rincón de Venezuela que están llena de problemas y promesas incumplidas. Es ese el trabajo que toca, seguir consolidando y creciendo la mayoría a favor del cambio y la esperanza. Se trata de derrotar el miedo con esperanza, de sembrar por toda la Venezuela profunda y popular el deseo de cambio y esperanza en la nueva Venezuela, en una Venezuela para todos por igual y créanme que juntos todos lo vamos a lograr. Al igual que la tos o la crecida de un río no hay nada ni nadie que pueda detener el deseo de cambio de un pueblo organizado. Ahora sí, FELIZ NAVIDAD para todos.
Diputado AN por petare@calderajuan
JUAN CARLOS CALDERA LÓPEZ. juancaldera2010@gmail.com
FUENTE: EL UNIVERSAL jueves 23 de diciembre de 2010 12:00 AM
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