IGLESIA DE LA CANDELARIA EN TURMERO

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martes, 24 de agosto de 2010

TRINCHERA

EXTRAORDIANRIO ARTICULO EN EL ESTA DICHO TODO LO QUE OCURRIÓ ESE DIA CON LUCIDEZ SUPREMA!!!!!!

Y el de la chaqueta de poliéster supo de la fría astucia cachaca

Y se reunieron en Santa Marta… El rechoncho militar cuartomundista y un hombre de hoy, estrenándose como presidente después de haber logrado ser elegido con márgenes de votación realmente grandes para lo que ha sido la historia electoral de su país, Colombia. Después que había vomitado soeces insultos contra Juan Manuel Santos y había amenazado con cerrar totalmente cualquier diálogo de llegar éste a la presidencia de Colombia. Después de haber chillado improperios y asegurado que si Santos –presidente– pretendía venir a Caracas, él no lo recibiría y no sabría con quién se reuniría…, allí lo vimos, parecido a un rústico entrenador deportivo de equipos rurales, sudando con su chaqueta sintética, su chaleco antibalas que no lo abandona ni de noche ni de día y su ridiculez infinita que tampoco le abandona nunca, haciendo chistes malos, hablando hasta por los codos, mareando con necias anécdotas que a nadie interesan y arrastrándose ante los que fueron cercándole, fueron tejiéndole la red donde está atrapado, tanto por las pruebas de su complicidad con la narcoguerrilla terrorista, como por la denuncia que frente a la Corte Penal Internacional introdujo Álvaro Uribe a través de su abogado… Sin que 11 años en el poder le hayan enseñado un poco del protocolo y las formas que imperan en las relaciones internacionales y reuniones presidenciales, llegó tarde, enfundado como les dije en esa chaqueta horrenda, sudoroso, chabacano. Impuntual, hablantinoso, mentiroso… A su lado su gran enemigo, Juan Manuel Santos, impecablemente bien vestido para la ocasión y demostrándole además que si el oligarca provinciano que es Álvaro Uribe lo había humillado infinidad de veces, él, representante de esa otra oligarquía, la citadina, la bogotana, la del centro del Poder a través de 200 años de historia, impuso un verdadero campo de fuerza, que desde el primer apretón de manos protocolar e inevitable, le dijo al tropero ramplón que estaba conociendo la distancia que imperará en toda relación con este nuevo gobierno neogranadino, continuación y hechura de una gestión y una ideología que permitió al saliente presidente concluir su mandato con niveles de popularidad absolutamente sorprendentes. Cualquiera con dos dedos de frente pudo captar los límites que Juan Manuel Santos impuso al guachamarón que abrazó al Emperador de Japón, que casi besuqueó a la Reina Isabel de Inglaterra, pero que no atravesó ese campo de fuerza, ese límite, esa frontera que con seguridad permanecerá el tiempo en el cual Santos ocupe el Palacio de Nariño… Muchos aseguran que esto ha sido “lo más significativo del encuentro”. También, a mi juicio, el reafirmar con el descaro que lo caracteriza su condición de mitómano incorregible, fue otra de las desgracias que Chávez acumuló en este infeliz encuentro… Pretender que alguien le crea que no mantiene nexos cerrados con la narcoguerrila colombiana es creer que sus interlocutores y todos, tanto colombianos como venezolanos somos imbéciles, y sobre todo desmemoriados… Comenzando el mes de febrero de 2008, cuando se creía el gran “Terminator”, cuando sentía que su petrochequera era inagotable y arrodillaría a un continente para llevárselo en bandeja al tirano baboso de Cuba, dijo y lo cito: "Las fuerzas insurgentes de Colombia tienen otro Estado, que tiene leyes, que las aplican, que las hacen cumplir. Es una realidad que no se puede seguir desconociendo", y desafiante y envalentonado mostraba sus intenciones de otorgarle estatus de beligerancia a las FARC y al ELN, conminando a la comunidad internacional a hacer lo mismo. Ese mismo día de febrero de 2008, y está en los archivos noticiosos de los medios de comunicación, tanto en videotecas como en hemerotecas que “…las FARC no secuestran”, sino que “capturan en combate”… Ese cómplice confeso, ese forajido, es el que ayer, en Santa Marta, al lado de un distante anfitrión, tuvo el cinismo de decir, y lo cito textual: “Yo lo ratifico, y no hace falta que lo diga yo, lo he dicho un millón de veces, el Gobierno venezolano que yo dirijo ni apoya, ni permite, ni permitirá, presencia de guerrilla, ni terrorismo, ni narcotráfico en territorio venezolano; y mucho menos que alguien diga que yo apoyo a la guerrilla, al terrorismo, eso es una infamia”… Después, un colega periodista lo emplaza y le recuerda cuando pidió un minuto de silencio por Raúl Reyes… Lo trata de apabullar. Llama mentiroso al periodista, y lo hace el gran mentiroso, el mitómano, el forajido que es Chávez…Y en Santa Marta fue tratado como lo que es, un militarote de rango medio, lacayo de unos tiranos cuartomundistas como son los Castro, que para su provecho lo tienen convencido de su “genialidad” y sus dotes de estadista… Pero como asegura el viejo dicho, “Obras son amores y no buenas razones”… Y el distante Santos y su astuta Canciller le marcaron 5 puntos y con ellos lo comprometieron. Cinco puntos que son los que le interesan a Juan Manuel Santos para anotarse un gran tanto no más iniciar su gobierno:
1. Comisión para el pago de la deuda y reimpulso de las relaciones comerciales.
2. Comisión para trabajar un acuerdo de complementación económica entre ambos países.
3. Comisión para desarrollar un plan de trabajo de inversión social en la zona de frontera.
4. Comisión para el desarrollo conjunto de obras de infraestructura.
5. Comisión de seguridad.
Y el de la chaqueta de poliéster sabe que allí siguen las computadoras de “Alias Raúl Reyes”, sabe de la denuncia en la Corte Penal Internacional, y hoy además se enfrentó in situ a la fría astucia colombiana a la que le aflojó algo de su mermada petrochequera buscando que lo dejen tranquilo…
Por: Eleonora Bruzual
PUBLICADO: el 11 de agosto de 2010
Fuente: correo electrónico

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