La propaganda oficial con gran descaro nos presenta una serie de fábricas como logros de la revolución, aun cuando la realidad es todo lo contrario y en esta forma marcas tradicionales por efecto de un sello se convierten en obra socialista. Sin duda alguna, que estas empresas pueden pasar fácilmente de un nivel bajo de producción a un nivel superior, no por razones técnico- económicas de incremento de la productividad, si no por una muy sencilla, se liberan de los controles CADIVI en primer lugar y en general de toda la fastidiosa Burochorocracia oficial, la cual suele cobrar peajes para dejar funcionar las cosas a cabalidad. Por otra parte está la cantidad y no la calidad, como elemento básico para llevar al mercado el bien o servicio y por lo demás ni siquiera importa el precio, porque la empresa es apuntalada con los recursos financieros del Estado. Debemos recordar que estas empresas capitalistas no solo les costó hacer en el mercado un nombre, sino además, que sus actividades fueron asesoradas por mano de obra especializada y sin prejuicios políticos, haciendo análisis realistas de los problemas que se oponían al logro de los objetivos de estas empresas, basándose en conceptos, métodos y técnicas acopladas a las circunstancias de RENTABILIDAD, ECONOMICIDAD Y PRODUCTIVIDAD, además de los estudios acordes con los resultados correspondientes a los factores operativos, según los principios de la administración moderna y progresista.
Ahora bien, sin el uso de los economistas consultores del caso y en manos de una burocracia militar, no se vislumbra un feliz panorama para estas unidades de producción, ahora, en manos de unos “gerentes” sumidos no solo por la ignorancia, sino por el método Político-Administrativo, añeja y dada su propio naturaleza sico-ambiental, casi siempre cuartelaría, desarrollados en un proceso de esclerosis perceptiva propia de todo gerente condicionado por el tiempo en un medio humano ambiental el cual estereotipa y sintetiza en estructuras mentales y sentimentales, rígidas y dogmáticas, sin conocer a plenitud el mundo empresarial extremadamente cambiante en la actualidad por efecto de la globalización y la competencia.
Sin el uso de asesores, consultores o mano de obra especializada con libertad de acción y con capacidad para renovar en forma vigorizante y complementaria para resolver en las empresas cualquier entrabamiento operacional-financiero , las cosas se le harán en el tiempo muy cuesta arriba. Es muy común además que en este tipo de sistema el patrón-Estado busque el origen de sus pérdidas y dificultades en factores(políticos) donde no está la causa del asunto tal cual las iguanas, saboteadores invisibles, imperialistas, etc.
Este gobierno debe entender que entre lo óptimo y lo posible, lo único que los aproxima es el uso de expertos (Consultores Economistas), pero no ya de Cuba por cuanto los mismos carecen del manejo de la tecnología necesaria para esos logros y la experiencia de mercado en estas situaciones de dificultad. Así mismo los obreros llegados a la vera del Patrón-Estado deben olvidarse de Contratos Colectivos ni nada que se les parezca y por el contrario con el cuento del producto social no tendrán los salarios acordes con el Ingreso de la Empresa sino todo lo contrario. Ante un patrón rico y poderoso recibirán poco de los beneficios (si no las convierten en deficitarias) menos aun que los de la empresa capitalista donde por cierto tenían derecho a huelga.
Ahora bien, sin el uso de los economistas consultores del caso y en manos de una burocracia militar, no se vislumbra un feliz panorama para estas unidades de producción, ahora, en manos de unos “gerentes” sumidos no solo por la ignorancia, sino por el método Político-Administrativo, añeja y dada su propio naturaleza sico-ambiental, casi siempre cuartelaría, desarrollados en un proceso de esclerosis perceptiva propia de todo gerente condicionado por el tiempo en un medio humano ambiental el cual estereotipa y sintetiza en estructuras mentales y sentimentales, rígidas y dogmáticas, sin conocer a plenitud el mundo empresarial extremadamente cambiante en la actualidad por efecto de la globalización y la competencia.
Sin el uso de asesores, consultores o mano de obra especializada con libertad de acción y con capacidad para renovar en forma vigorizante y complementaria para resolver en las empresas cualquier entrabamiento operacional-financiero , las cosas se le harán en el tiempo muy cuesta arriba. Es muy común además que en este tipo de sistema el patrón-Estado busque el origen de sus pérdidas y dificultades en factores(políticos) donde no está la causa del asunto tal cual las iguanas, saboteadores invisibles, imperialistas, etc.
Este gobierno debe entender que entre lo óptimo y lo posible, lo único que los aproxima es el uso de expertos (Consultores Economistas), pero no ya de Cuba por cuanto los mismos carecen del manejo de la tecnología necesaria para esos logros y la experiencia de mercado en estas situaciones de dificultad. Así mismo los obreros llegados a la vera del Patrón-Estado deben olvidarse de Contratos Colectivos ni nada que se les parezca y por el contrario con el cuento del producto social no tendrán los salarios acordes con el Ingreso de la Empresa sino todo lo contrario. Ante un patrón rico y poderoso recibirán poco de los beneficios (si no las convierten en deficitarias) menos aun que los de la empresa capitalista donde por cierto tenían derecho a huelga.
ECONOMISTA COL2288
Promocion de economistas VIET NAM VENCERA.
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