IGLESIA DE LA CANDELARIA EN TURMERO

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martes, 19 de octubre de 2010

EL OTRO YO DE LOS ÚNICOS

La gran tragedia de esta especialísima revolución es la no existencia de un componente esencial para su consecución como es el hombre (nuevo) revolucionario y por el contrario es chicha y limonada, a la vez no solo por su origen cuaternario (o sea de la Cuarta) si no por su propia tendencia a mantener la desigualdad (pequeños burgueses), cosa fácil de observar cuando vemos como unos tienen en demasía y otros lo del Barrio Adentro, carecen hasta de los mecanismos elementales para ese “buen vivir” de quienes se anotaron desde el principio del “proceso” en la Misión Barrio Afuera y ya no necesitan de revolución alguna para vivir a sus anchas y lanzarle una trompetilla al mercado capitalista del cual reciben los mejor de sus productos, incluidos los vehículos más cómodos y costosos además de hacer de cuando en vez un viajecito para la Meca Mickey de Disneylandia.
La mente socialista se ve y se esconde en uno que otro trasnochado marxista leninista, capaz de prestar sus servicios a cualquiera buena acción social, sin pedir nada a cambio mientras la mayoría del partido de los Únicos es más fácil conseguirlo un fin de semana en una taguara hípica que en la misma casa partidista, ya que su flojera para el trabajo comunal es de perezas, pero eso si pueden echarse encima una caja fuerte llena de dólares sin resollar, tal cual como ocurrió en Picheval. Este asunto es un problema de ideas, de socialismo más que de corrupción, porque si esa gente pensara como socialistas (de verdad), jamás se hubieran perdido toneladas de comida necesarias para la población más pobre. Si la mentalidad revolucionaria socialista y no corrupta se hubiera manifestado con seguridad, no se produce tal desfalco contra la salud social de los venezolanos.
Una prueba irrefutable de este proceso nada igualatorio esta en los sueldos y salarios devengados por las cúpulas de los Poderes, supuestamente autónomos, donde los de arriba, obedientes e incondicionales, se lucran al máximo por todo el provecho de su sumisión (nada revolucionaria) y se observa como ninguno abre la boca para decir: Bueno, vamos a evitar estas diferencias y que todos percibamos ingresos acordes con nuestra condición de asalariados del Estado, en forma tal, que se puedan cubrir las necesidades elementales de todos los trabajadores, aun cuando el gran burócrata reciba un tanto más por sus responsabilidades. Nada de eso. No se habla del tema. Además aquí viene la carga perversa del sistema dictatorial, pues el Dictador sabe que en ese desnivel atroz esta su estabilidad, porque alimenta el ego del burócrata y obtiene decisiones favorables, sin siquiera levantar la vara del castigo represivo policial porque para eso están los Poderes. Puro billete del bueno para
los incondicionales.
En esta doble faz de la burrochorocracia se ventila el socialismo del siglo XXI, el cual nunca será socialismo verdadero, al menos que esta sea la variante del “socialismo salvaje”, más bien calificado desde hace un siglo como Capitalismo de Estado, donde el monopolio de todo lo tiene un grupo de burócratas del Partido lo cual es más bien más de lo mismo por los mismos.
TONY RIVERA CHAVEZ 2923879 AMALIVACA2010@TERRA.COM
ECONOMISTA UCV 1972 PROMOCION VIET NAM VENCERA.

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